He podido echar mano por fin a las miniaturas de MOM Miniaturas.
Para los visitantes angloparlantes que visiten este blog: no, no tienen nada
que ver con sus madres, viene del acrónimo de Manuel Olmedo Miniaturas.
Me puse en contacto con él cuando apenas había comenzado a
sacar miniaturas el mercado (me acuerdo que sólo tenía el regimiento de humanos
y algún héroe suelto de los primeros que sacó) pero no llegamos a un acuerdo.
Era octubre de 2014, había empezado y no podía ir enviando muestras a todo el
mundo que las pidiera para hacer un análisis. Yo me pongo en su lugar y lo
comprendo.
La parte negativa es que hasta ahora no he logrado poner la
mano encima a sus miniaturas porque mi tendero habitual goza de la amistad y parabienes
de Manuel y, como todo el mundo sabe, la confianza da asco. El caso es que
hasta ahora no había llegado el pedido que yo ansiaba: “sacerdotes imperiales”
y, en menor medida, enanos.
Realmente yo soy un coleccionista de humanos (enormes
ejércitos de guardia imperial e imperio me avalan), pero a ver quién es el
guapo que se resiste a los precios de MOM. Así que, por 4€ tienes un héroe o
regimientos a un euro la miniatura indistintamente de si es tropa básica o
infantería de élite. Visto eso, por el precio de un regimiento de GW te llevas como
mínimo el doble de miniaturas (así a ojo: 1,93 el guerrero enano de GW frente
al euro de MOM).
Te preguntarás “¿y merecen la pena?” Mantic también es más
barato que Games Workshop pero no puede dejar atrás esa sensación de que vende “miniaturas
de segunda”, miniaturas tan baratas que da igual que sean cutres. Pero a la
pregunta que íbamos: ¿merecen la pena? Si, bastante, aunque ello no quiere
decir que sean las miniaturas definitivas.
Defectillos tienen, no os voy a engañar, pero relación
calidad-precio es suficiente como para explicar el espectacular ascenso que ha
tenido la marca en apenas medio año. Sus proxies para guerreros del caos
abundan en las mesas de las tiendas independientes y la gente solo dice buenas
cosas de la marca.
Como digo, alguna burbuja se escapa o algún pequeño derrame
de resina estropea alguna zona puntual, pero hay que tener en cuenta que por
cuatro euros estás pagando escultor, producción y aun estas dejando un porcentaje
para que el tendero tenga margen de beneficio. Y si a eso le sumas que la
producción la hace artesanalmente una a una el propio Manuel Olmedo, los
errores que tienen las miniaturas se hacen perdonables.
Pero vamos al meollo: las fotos.
Los sacerdotes guerreros son fantásticos. Encajan perfectamente
con la estética de las miniaturas de Games Workshop, si bien se ven algo más
proporcionadas y estilizadas.
El sacerdote que lleva un libro me vino con un defecto en el martillo, así que le sustituí el cuello del arma (que venía con burbujas y muy frágil) por un trozo de varilla de cobre y tapé las burbujas con algo de masilla líquida.
El sacerdote que sostiene la cabeza de hombre bestia es un buen ejemplo de ese proceso artesanal de casteo porque ninguna de las tres piezas de las que se compone la miniatura tiene el mismo color: han sido fabricadas en diferentes momentos y el color del fraguado de la resina es diferente. También tenía un derrame en el brazo derecho que he tenido que arreglar con cuidado, pero nada que me haya hecho cambiar mi opinión de que era una miniatura cojonuda por el precio.
Los enanos también son excelentes miniaturas. Barbas largas, armaduras imponentes y grandes armas a dos manos. El hecho de que no se repitan los modelos (10 por pack) le da puntos. Los enanos brindando entre ellos le da puntos extra. Las cabezas de las armas vienen por separado y sobran un par: personalmente yo he descartado las mazas de arriba a la izquierda porque no me gustaban como quedaban en los mangos.
Como podéis ver, todos los enanos son diferentes no solo en pose, sino en armadura. Variedad al poder. Sin embargo, si habéis hecho grandes las fotos, habréis visto algunas pequeñas burbujas y algún desperfecto: la jarra de uno de los enanos brindadores tenía una burbuja en la base que tuve que reparar (como el martillo del sacerdote).
Este es el aspecto de las miniaturas cuando las compras: parecen enanos en zancos (o eso es lo que creía a primera vista) pero no, hay que cortarles los zancos y recordarles que son enanos. También tendrás que limpiar algunas rebabas y derrames, pero nada importante que te haga arrepentirte de haber comprado las miniaturas.
El señor enano subido en la cabeza de un enemigo es brutal en muchos sentidos. El hecho de que el hacha siga clavada en la cabeza del ¿gigante? que ha matado refuerza mi teoría. La cara de mala leche del barbudo la confirma.
Y todas las miniaturas que habéis visto en las fotos cuestan en total 22 euros.
P.D. Mientras tanto, en el cuartel general de MOM...
Debería subir el coste de producción y ofrecer un producto perfectamente acabado (su nivel de esculpido lo demanda).
ResponderEliminarNo me molesta limpiar rebabas, pero varias vienen con roturas (o surcos) y residuos de la matriz (en mi caso en brazos, manos) que son bastante vastos y desfiguran el acabado incluso después de pulido. Esto mismo puede pasar con las empuñaduras en las armas.
Animo a MOM a solucionar este problema con la mezcla que utilizan y las matrices.